Al llegar a Niebla, después de unas largas vacaciones, se empezó a rumorear por el pueblo que para este curso solo habría dos terceros. Eso me obligó a ir a diario al instituto hasta que por fin salieron las listas definitivas de lo que serían los dos cursos. Estaba intranquila, ya que no quería separarme de mis amigas. Uno de esos días en los que hacía mi recorrido hacía el IES, por fin sentí una gran tranquilidad y alegría al descubrir que seguía con ellas. Después de un buen rato llegué a la conclusión que se había hecho un reparto equitativo y que yo había tenido la gran suerte de no ser separada de la gente que realmente me importa, menos de algunas personas y especialmente de la primera que conocí al llegar a Niebla. Este curso no lo considero tan difícil como siempre me habían hecho creer. Los profesores que me dan clase me gustan más que los de años anteriores, algunos son más profesionales y nos enseñan cosas importantes para la vida que se salen del aburrido libro de texto. También extraño a algunos profes, especialmente a José Antonio del Toro, que hizo que me gustase la música y disfrutase con los conciertos que se hacían en la iglesia. Sinceramente no sentía ganas de volver al insti después de las vacaciones, pero ahora cuando miro hacia atrás me doy cuenta que el curso está casi terminado y que ha pasado muy, muy deprisa.
Este trimestre, como el anterior, mis notas han sido buenas, algunas muy buenas. Mi mayor sorpresa ha sido el sobresaliente de matemáticas, ya que es de las asignaturas, que junto las que se relacionan con las ciencias, más me gustan pero a la vez más me cuestan. También no estuve de acuerdo con mi nota de educación física, ya que después de haber sacado una muy buena nota en el examen y esforzarme al máximo, sinceramente me esperaba más, pero hablé con el profesor y se arregló. Mi relación con mis compañeros es buena, en mi clase estoy muy a gusto, tan solo destacar que sí he tenido algún problema con algún que otro compañero o compañera, pero no merece la pena destacarlo ni darle mayor importancia que solo el hecho de mencionarlo. He hecho nuevas amistades dentro de mi clase que sí merecen ser contadas, he descubierto que hay personas que están ahí, que no había hablado mucho con ellas y que son buena gente.
Este curso espero terminarlo igual de bien que como lo llevo hasta ahora. Este trimestre es muy corto, no quedan más de cuarenta días de clase, descontando Romería, Rocío y algún puente que otro. Ya tenemos materia suficiente para estudiar a diario y pronto comienza la primera tanda de exámenes. Mis expectativas futuras son terminar secundaria, estudiar bachiller y decidirme por alguna carrera, ya sea diplomatura o licenciatura con salida. No tengo todavía claro si será por letras mixtas o por letras puras, depende de cómo me vaya en próximos curso y también de las notas, ya que he oído que la nota media de bachiller y selectividad es decisiva para estudiar cualquier cosa. También sé que hay módulos interesantes y con salidas. Después de tener algo seguro siempre se puede seguir estudiando. En definitivas cuentas, no tengo todavía nada claro.
Bueno, chicos y chicas, y como dijo Alessandro Manzoni “Es menos malo agitarse en la duda que descansar en el error”. ¡Hasta el próximo curso!
SARA PUJAZÓN HERMOSO
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